Salud mental, suicidio, un acercamiento a la resiliencia

Entender la ideación y el acto suicida es imprescindible a la hora de abordar y prevenir este fenómeno social de gran impacto en el estado de salud de la población. De hecho, el suicidio es uno de los principales problemas de salud pública que se nos plantea en este momento. Uno de los principales factores de riesgo de la conducta suicida es el consumo y abuso de alcohol y drogas ilegales. Así, las personas que sufren algún tipo de adicción muestran un riesgo de suicidio entre 15 y 20 veces mayor que la población general, convirtiéndose en una población vulnerable sobre la que se debe focalizar la atención y elaborar líneas estratégicas de prevención específicas.

Con la puesta en marcha de este proyecto piloto, se trabaja con usuarios/as pertenecientes a 4 Unidades de Atención a las Drogodependencias localizadas en la zona metropolitana Santa Cruz- Laguna, en la isla de Tenerife, usuarios/as derivados/as de Atención primaria, de las Unidades de salud mental y de Servicios Sociales, Centros de Menores del Sistema de protección, personas con medidas judiciales con o sin internamiento, así como toda persona que acuda por iniciativa propia, con el fin de potenciar la prevención o la reducción de riesgo en aquellas personas que presentan una posible conducta suicida.

Destinado a personas en riesgo de desarrollar conducta suicida:

• Intentos de suicidio previos.
• Verbalización e ideación suicida.
• Consumo de alcohol / drogas.
• Víctimas de abuso.
• Consumo regular de benzodiacepinas.
• Depresión / ansiedad persistente.
• Choque emocional reciente.
• Estrés postraumático.
• Cualquier persona que lo solicite.

El proceso de selección de usuarios/as que forman parte del proyecto tiene en cuenta la mayor urgencia o el perfil más adecuado según problemática.

Se realizan tanto sesiones individuales con los/as usuarios/as como sesiones grupales, donde también participan las personas de su entorno más próximo, con el fin de poder dotarles de habilidades, recursos y herramientas.

Las sesiones individuales son inmediatas, con el fin de aliviar el sufrimiento que condiciona la conducta suicida.

En cuanto a las sesiones grupales, están siempre dirigidas por un equipo multidisciplinar y se tienen en cuenta las características particulares del grupo, la problemática adictiva, perfil, edad, etc.